Cuando hablamos de masculinidades, nos referimos a aquellas maneras en que se nos ha enseñado cómo debemos ser los varones. Efectivamente, el género se enseña y todos y todas desde pequeñas vamos internalizando aquellas cosas que debemos o no debemos hacer en relación a unos estereotipos y roles que ya reconocemos como binarios. La pregunta por la masculinidad es una pregunta por el ser hombre y todo lo que ello conlleva, pero también por la pregunta de qué define nuestra identidad: ¿La ropa que usamos? ¿Tener el cabello corto? ¿Saludarme de la mano? ¿Mover mi cadera cuando camino? ¿Atreverme a ser sensual? ¿Emocionarme si algo me entusiasma o me entristece? ¿Poder darle espacio a todo eso que me enoja? ¿Contarle mis secretos a alguien?
La virilidad como mandato suele decirnos que no. Que hay muchas cosas, que, si queremos ser considerados hombres, simplemente no se pueden. Si eres varón te están negadas. De hecho, es tanto lo que reprimimos, que el bloqueo emocional y no sentir nada se transforma en nuestro estado natural a nivel psicológico. Aplanado, sin expresión, falsa ecuanimidad.
¿Cuántas veces hemos dejado de decir lo que nos pasa por temor a ser rechazados? “Nadie me va a entender”; “¿Para qué voy a generar un conflicto?; “Todos ya tienen demasiados problemas, no les quiero agobiar con los míos” y comenzamos a guardar, reprimir, comer en silencio, acumular hasta que un día simplemente todo te explota en la cara. ¿Será sano que ser hombre cueste tanto? ¿Vale la pena vivir así?
Nuestro proyecto Ilusión Viril habla de masculinidades en plural porque afirmamos que no existe una única manera de ser hombre, sino múltiples formas de masculinidad. Con eso, nos interesa hacer visible que muchos varones hemos sufrido por no encajar en el corset de la masculinidad hegemónica: unos por hablar o caminar de una manera "poco masculina", otros por su color de piel, otros por su apariencia, otros por su corporalidad, otros por amar a personas de su mismo género, otros por su condición social, otros por tener capacidades diferentes, otros por no cumplir las expectativas que se esperan de él.
En nuestras sociedades, la diferencia se castiga y no poco. En este mes del #orgullo a nivel internacional, queremos reconocer también a todos aquellos varones que han resistido por su diferencia. Queremos invitar a que todos aquellos que han sentido que no encajan en el ideal de la masculinidad tóxica sepan que aquí tienen un lugar. Los varones que somos diferentes siempre hemos existido, pero nos ha dado miedo asumir nuestra diferencia. Llegó el tiempo que todos salgamos de la #ilusionviril y nos abramos a sociedades plurales y diversas. Es tiempo de que nos convirtamos en lo que realmente soñamos. En las personas que genuinamente queremos ser.
Pedro Uribe Roncallo 💗
Fundador – Presidente de Ilusión Viril
Psicólogo, Universidad Alberto Hurtado. Máster en educación en valores y ciudadanía, Universidad de Barcelona. Terapeuta y especialista en género y sexualidad. Técnico en prevención de violencias de género e investigador y facilitador de talleres sobre masculinidades, género y sexualidad.