Cómo el feminismo y el arte cambiaron mi vida

Cómo el feminismo y el arte cambiaron mi vida

Amarse a sí misma sería mucho más fácil si nos enseñaran a construir juntxs en vez de odiarnos y destruirnos. Al ser así la cabeza se llena de ideas erróneas sobre nuestro físico, dudando incluso, de nuestras capacidades emocionales/intelectuales.

Todos los cuerpos son diferentes; cada persona tiene una forma y un contexto que lleva marcada en su piel y alma. Y es perfecto. La publicidad machista (desinformando) solo entrega material destructivo de consumo privilegiado, y ha influido de manera negativa a la manera en que nos educan, nos tratan de incrustar en la mente que debemos seguir un estereotipo para querernos. Mentira. Creo que todo lo anterior también tiene que ver con la decisión que tomé de no trabajar en diseño. No tienen idea de cuantas veces me pidieron intervenir en un cuerpo natural, me di cuenta que así funciona, es lo que “vende”. Pues no conforme comencé a ilustrar y ese mi aporte, el arte es mi herramienta de lucha, pero también mi consciencia.

Las herramientas de de-construcción están a la mano de todxs los que quieran re-educarse para con una nueva ideología a la que hoy día llamamos feminismo, mañana puede ser otra pero hoy esa es la manera de empatizar.

Esto se reafirmó cuando mi cuerpo cambió por completo estos últimos años, ahora estoy mucho más curvada que antes y también joden; obvio que hay días que mi mente me juega en contra porque creo que toda mi vida he estado luchando contra estos parámetros absurdos.

El feminismo me ayudó a amarme tal cual soy, desde tiempos que ni sabía lo que era, me enseñó a amar libre y sin prejuicios, pero me enseñó sobre todo a poner límites, hay cosas que simplemente no son para mí y lo acepto, como también las cosas que sí son. Esas personas que aún creen que nuestros derechos humanos son iguales, que tenemos las mismas oportunidades o que simplemente odiamos a los “hombres” o “mujeres aliadas” (machismo) cuestionen desde que lado están viendo el 9 porque podría ser un 6. El mundo del privilegio es cómodo, es fácil, es lo que nos enseñaron. Pero amigxs, es momento de desaprender, pues ya no existe ese mundo. DESPERTAMOS.

Ignacia Ossandón 
Ilustradora y creadora de Bosquetro 🔮💫